Este es un artículo que salió el 4 de octubre pasado que me llamó la atención especialmente por la decisión de los padres por su hijo. Mas que sus padres, su padre fue el que me llamó la atención, porque por lo general un padre mataría a su hijo si le dijera “papa… soy puto, me la como”, un claro ejemplo de esto es la película “Billy Elliot”. Por eso he puesto el mismo artículo acortado y a continuación elaboré una nota periodística usando una situación con la misma lógica:
Una operación polémica en Córdoba: un adolescente no soporta más la difícil situación. Tiene 15 años y quiere cambiar de sexo. Lo pidió a la justicia provincial la familia de un joven; el chico dice que se siente una mujer encerrada en un cuerpo de hombre.
CORDOBA.- "Lo que más quisiera es ser una mujer completa... Y ser feliz", dice "Nati", con una vocecita de adolescente quinceañera. La ilusión de cualquier chica de su edad. Salvo que, hasta aquí, como refiere su padre, la identidad sexual de Nati "está encerrada" en un cuerpo masculino, y es por eso que le pidió a la Justicia que autorizara una intervención quirúrgica que pusiera fin a esa contradicción, que carga como una angustia cotidiana que le cuesta sobrellevar. A tal punto que una vez intentó quitarse la vida.
Una operación polémica en Córdoba: un adolescente no soporta más la difícil situación. Tiene 15 años y quiere cambiar de sexo. Lo pidió a la justicia provincial la familia de un joven; el chico dice que se siente una mujer encerrada en un cuerpo de hombre.
CORDOBA.- "Lo que más quisiera es ser una mujer completa... Y ser feliz", dice "Nati", con una vocecita de adolescente quinceañera. La ilusión de cualquier chica de su edad. Salvo que, hasta aquí, como refiere su padre, la identidad sexual de Nati "está encerrada" en un cuerpo masculino, y es por eso que le pidió a la Justicia que autorizara una intervención quirúrgica que pusiera fin a esa contradicción, que carga como una angustia cotidiana que le cuesta sobrellevar. A tal punto que una vez intentó quitarse la vida.
BUENOS AIRES- "Lo que más quisiera es ser un millonario completo... Y feliz", dice flandorsio, con una voz de veinteañero. La ilusión de cualquier chico de su edad. Salvo que hasta aquí, como refiere su padre, la identidad económica de flandorsio "esta encerrada" en un cuerpo de clase media, y es por eso que pidió a la justicia que autorizara una intervención bancaria que pusiera fin a esa contradicción, que carga como una angustia cotidiana que le cuesta sobrellevar. A tal punto que una vez intentó robar un banco.
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