Ir al contenido principal

Experiencia

Toda persona debería ir a Retiro por lo menos una vez en su vida y viajar en el San Martín. Uno siempre escucha a la gente: "Tenés que salir un poco, tenés que tener mundo", el viajar en el San Martín es como es como hacer un curso intensivo de tenencia de mundo.
Igual el San Martín ya no es lo que era, antes se viajaba y se tenía mucho más mundo. Ahora desde que pusieron al "Flecha de Plata" los viajes son mucho más cómodos y tranquilos pero que se le va a hacer, el mundo avanza y Argentina va despacio, pero algún día llegaremos a como está el reto del mundo hoy.
En la foto a la derecha se puede ver como un efectivo de La Linea se ofrece a ayudar a un pasajero que llega tarde y lo ayuda a subir con el coche en movimiento... ¡que heroísmo!

Comentarios

Sol dijo…
abandonou o blog?
Por quê??
Anónimo dijo…
Yo tengo una pregunta... la gente que se toma todos los días el San Martín... ¿ya tiene todo el mundo que necesita, o se tiene que tomar el Mitre o el subte para tener un poco más de mundo?
Anónimo dijo…
Me tomo la libertad de responder: Tiene todo el mundo, es más, le sobra mundo... muchos se enferman por el exceso

Entradas más populares de este blog

¿BsAs o la liberacion sexual?

Esta es la gran calle argentina, ubicada en la capital de lo que muchos llaman "país". No tengo nada en contra de esto, es más, me parece un gran monumento (entre tantos otros), quizá sea el monumento argentino más conocido en el mundo, y del cual muchos argentinos están orgullosos de él. Situación: Un argentino habla con un extranjero de un país X y le cuenta sobre el obelisco: argentino: tenés que ir al obelisco, está re groso, es altísimo. extranjero X: mmm... ajá, bueno, voy a ver si voy. Luego estas dos personas se separan, no se ven nunca más, y hay dos posibilidades: 1- extranjero X va al obelisco pensando en ver algo gigantesco, como si fuera una columna de la casa de Godzilla, se come tres horas de tráfico encerrado en un taxi con una charla eterna gratis, si fue en subte, seguro que no pudo porque estaba cerrado "por causas ajenas a la empresa" y si fue caminando le afanan todo, finalmente cuando llega ve una simple columna de 67,50 metros de alto y 49 me...

Made in Argentina

Sigamos adorando a nuestro querido país, Argentina. Este es un país que está lejos del mundo, no está metido en conflictos políticos con ningún otro país, no está en guerra, no produce armas químicas, producimos nuestra comida, etc. Pongamos un ejemplo: gripe aviaria, acá no hay, acá esta todo bien, tenemos la mejor carne, mate y dulce de leche. Si tenemos un problema queda entre nosotros, lo solucionamos acá, más allá de que nadie nos quiera ayudar. Los problemas que hay se solucionan con simples huelgas, protestas, piquetes, robos, asesinatos, etc. Esto es así a tal punto que nadie se anima a venir y si viene, trae custodia. Pero a pesar de todo, los argentinos tratamos de vivir como si nada pasara, todos salen a trabajar, vuelven a casa, están con la familia y gastan como si la situación económica del país estuviese bien. Fíjense la gente que viaja a la costa, por ejemplo Mar del Plata, Pinamar, Miramar, Cariló, Ncochea, etc. también hay gente que va a Brasil y Punta del Este, una m...

Seguro era abril

La sombra del ave se posó sobre la cortina de la ventana. Dibujaba la silueta de un tordo. Un tordo con plumas bien negras y algo corto. Aunque oscuro, el sol se reflejaba sobre él dejando ver un arcoiris de colores como mancha de aceite en el asfalto; pero nada de esto importa, ya que sólo se ve su sombra en la fina tela que cubre la abertura de la oficina. Fijo, sobre la línea que denota un alambre tensado, parece disfrutar del calor que le da el cielo despejado en un día frío. Sólo gira la cabeza para distribuir simétricamente los rayos del sol. Se suma una nueva sombra, sus alas abiertas al llegar formaban un semicírculo, denotando claramente una golondrina. Raro, quizás perdida, quizás en una migración tardía, pero acá a fin de cuentas: sobre un alambre frente a frente con el tordo. El primero mira al segundo visitante. Da un paso hacia atrás y analiza a quien tiene delante suyo. Sorprende por sus colores, parecidos en parte pero lejos de ser iguales. Un pecho blanco en el centro...