Ir al contenido principal

El viaje de ida

9 de enero de 2009

Primeras impresiones
14:00 hs
Llego a Retiro con el megabolso, me abro paso como puedo y me encuentro con Pocho. a los diez minutos voy al kiosco a comprar algo para comer: 80 gr. de papas fritas salen $6,5, no lo compro. Me vuelan la cabeza por 200 gr. de galletitas a $4,5. Era casi la hora de salida y el bondi todavía no llegaba (además de adivinar en que plataforma salía el bondi).
Finalmente llegó, le damos los megabolsos al flaco(Pocho también tenia uno), le tramos dos Mitres y subimos. Asientos 9 y 12, Pocho en el 9 en pasillo y yo atrás en el 12 en ventana. Una vieja que no quiere cambiar el asiento a Pocho a pesar de que al lado de él se sienta una conocida de la vieja. Yo tengo a la que está al lado miío hablando con un tipo desde que subimos. del otro lado Pocho tiene una especie de mezcla entre flogger y cabeza. También tengo el aire acondicionado atrás mio haciendo un ruido muy molesto así que espero que lo apaguen y pongan una buena película (lo cual no creo que pase). Pocho debe tener alguna maldición porque siempre le toca algún chiquito/a al lado.

En el viaje
17:20
Mi celular ya no tiene señal y yo me levanto de una semi siesta. Pusieron una pelicula, una buena para mi asombro: "una película de guerra"... o al revés, pero los bondis tienen la habilidad de hacer que se vean mal las películas, o en su defecto, que parezcan filmadas en los 90 y no se escuche nada, por lo tanto todos durmieron.
La chiquita empieza a molestar haciendo ruido, el tullido ese (flogger o cabeza) come unas pringles y se manda mensajes de texto cada vez que suena su ringtone de cumbia.
Pocho se da vuelta, me mira y hace el gesto de pegarse un tiro en la cabeza como yo lo estaba pensando. La de adelante mio no puede entender que el asiento no se reclina más (estamos en un ejecutivo que se reclina bastante).
La chiquita vuelve a molestar y por ahora lo único interesante fue ver una quema de pastos fuera de control, y ahora otra película, solo que esta vez no tiene sonido.

Casi
20:00
No llegué a que termine la pelícual y me había dormido del aburrimiento después de ver la llanura y nubes nada más. Lo que dormí fue poco ya que a la vieja le pareció gracioso hacer reír a la chiquita, por lo tanto todos se tuvieron que fumar a la chiquita riéndose y a la vieja haciendo sonidos de retrasada. El tullido no molestó mucho por suerte. Las galletitas se acabaron y tengo que racionalizar la batería del MP3 porque no tengo el cargador. Ahora estamos en Balcarce y es un pueblito en el medio de la nada. Tiene un cierto parecido a Tilcara y por ahora, lo único que logré fue que me dieran ganas de comer empanadas salteñas

Fin
21:20
Llegamos, casi la emboco a la pibita pero me contuve, ahora a esperar que nos busquen y salir de este bondi asi lo prendo fuego. El tullido estuvo mirando su teléfono mientra sonaba y rompió bastante las pelotas. En un momento pasamos por una escuela que decía que era de Corrientes y Pocho y yo nos miramos como diciendo "nos equivocamos de bondi" pero paso.
En fin, al fin llegamos.

Recuerdos escritos ahora.
Nos buscaron, comimos y a las 12:00 armamos la carpa e inflé el colchón a oscuras. Me dormí lo más rápido que pude.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿BsAs o la liberacion sexual?

Esta es la gran calle argentina, ubicada en la capital de lo que muchos llaman "país". No tengo nada en contra de esto, es más, me parece un gran monumento (entre tantos otros), quizá sea el monumento argentino más conocido en el mundo, y del cual muchos argentinos están orgullosos de él. Situación: Un argentino habla con un extranjero de un país X y le cuenta sobre el obelisco: argentino: tenés que ir al obelisco, está re groso, es altísimo. extranjero X: mmm... ajá, bueno, voy a ver si voy. Luego estas dos personas se separan, no se ven nunca más, y hay dos posibilidades: 1- extranjero X va al obelisco pensando en ver algo gigantesco, como si fuera una columna de la casa de Godzilla, se come tres horas de tráfico encerrado en un taxi con una charla eterna gratis, si fue en subte, seguro que no pudo porque estaba cerrado "por causas ajenas a la empresa" y si fue caminando le afanan todo, finalmente cuando llega ve una simple columna de 67,50 metros de alto y 49 me...

Made in Argentina

Sigamos adorando a nuestro querido país, Argentina. Este es un país que está lejos del mundo, no está metido en conflictos políticos con ningún otro país, no está en guerra, no produce armas químicas, producimos nuestra comida, etc. Pongamos un ejemplo: gripe aviaria, acá no hay, acá esta todo bien, tenemos la mejor carne, mate y dulce de leche. Si tenemos un problema queda entre nosotros, lo solucionamos acá, más allá de que nadie nos quiera ayudar. Los problemas que hay se solucionan con simples huelgas, protestas, piquetes, robos, asesinatos, etc. Esto es así a tal punto que nadie se anima a venir y si viene, trae custodia. Pero a pesar de todo, los argentinos tratamos de vivir como si nada pasara, todos salen a trabajar, vuelven a casa, están con la familia y gastan como si la situación económica del país estuviese bien. Fíjense la gente que viaja a la costa, por ejemplo Mar del Plata, Pinamar, Miramar, Cariló, Ncochea, etc. también hay gente que va a Brasil y Punta del Este, una m...

Seguro era abril

La sombra del ave se posó sobre la cortina de la ventana. Dibujaba la silueta de un tordo. Un tordo con plumas bien negras y algo corto. Aunque oscuro, el sol se reflejaba sobre él dejando ver un arcoiris de colores como mancha de aceite en el asfalto; pero nada de esto importa, ya que sólo se ve su sombra en la fina tela que cubre la abertura de la oficina. Fijo, sobre la línea que denota un alambre tensado, parece disfrutar del calor que le da el cielo despejado en un día frío. Sólo gira la cabeza para distribuir simétricamente los rayos del sol. Se suma una nueva sombra, sus alas abiertas al llegar formaban un semicírculo, denotando claramente una golondrina. Raro, quizás perdida, quizás en una migración tardía, pero acá a fin de cuentas: sobre un alambre frente a frente con el tordo. El primero mira al segundo visitante. Da un paso hacia atrás y analiza a quien tiene delante suyo. Sorprende por sus colores, parecidos en parte pero lejos de ser iguales. Un pecho blanco en el centro...