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Jaime's firends parte II


Ya en el avión Sing Jin le pregunta a Victoria:

-¿Cuál es tu historia?
-Empezó hace mucho...

Victoria jugaba con sus amigos en el barrio, cada tanto pasaba Juan Manuel, un joven idealista al que los chicos admiraban.
-Hola Victoria.
-¡Hola Juanma! Volviste.
-Nunca me fui, estuve trabajando.
-Estuviste con tus amigos de nuevo ¿no?
-Si, con mis compañeros.
-Tenés que alejarte, algún día podrías morir si seguís con ellos, es peligroso.
-Si enfrentarse al enemigo por la patria es peligroso, me pongo en primera fila. Y morir por la patria es hacer mucho por ella. Un pensamiento que deberían tener todos ustedes chicos.
-Bueno... esta bien. Si vos decís que es bueno, te creo. ¡Y te digo más: si vos morís, me sumo a tus amigos!
-jaja victoria, no digas cosas así, y espero que no haga falta llegar a eso.
-Vos decís eso porque no crees que una chica pueda hacer mucho.
-Para nada, digo eso porque...

La cara de victoria y otros chicos se llenó de sangre de Juan Manuel. Alguien vestido de verde le había disparado y corría.
Victoria cumplió su promesa. Se unió a los montoneros. Era una persona de palabra y se mantuvo hasta que no pudo más. Estaba cansada de ver tantas muertes y no podía creer que Juan Manuel se hubiera dedicado a tales atrocidades.
Harta de eso, armó una bomba y la detonó en la base rebelde. No sin antes liberar a los prisioneros. Entre ellos, un cura: Iñigo de Garay
Nunca más se unió a un grupo de presión, sino que se volcó a los estudios de Derecho.
Finalmente fue ese joven cura, que llegó a ser Obispo de Buenos Aires, quien le consiguió una entrevista en la procuraduría general de la Nación donde se desempeño en distintos cargos hasta llegar a ser secretaria general.

-y así fue como me convertí en quien soy. ¿Qué tienen ustedes para decir?

Fin parte 2 (borrador)

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